La Junta de Andalucía culpa de la falta de Técnicos de Integración Social en el CEIP Virgen de Luna a un fallo informático.
El comienzo del nuevo curso en decenas de centros públicos de toda Andalucía se ha visto afectado por la ausencia del Personal Técnico de Integración Social (PTIS), necesario para atender a estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo. Este problema surge debido a un error administrativo en la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional.
La complicación se originó en la tramitación de nuevos nombramientos en el marco del proceso de estabilización. La Consejería, liderada por Patricia del Pozo, ha atribuido este fallo a "problemas informáticos" y ha responsabilizado a la Consejería de Función Pública. No obstante, el sindicato educativo USTEA ha cuestionado esta explicación, argumentando que el proceso de estabilización se resolvió hace más de dos meses y que las necesidades específicas de apoyo educativo de cada centro se conocían desde el período de escolarización en marzo.
Emi Reyes, madre de un estudiante con necesidades específicas de apoyo educativo, ha expresado su inquietud al respecto: "Se está incumpliendo la ley, mi hijo tiene derecho, al igual que cualquier otro, a recibir una educación de calidad".
Según la Junta de Andalucía, la situación no se resolverá antes de dos semanas, lo que conlleva serias consecuencias para la integración educativa, la conciliación familiar y la labor de los docentes en sus centros.
Centros como el Colegio Virgen de la Luna en Pozoblanco, el Centro Especial Rosa Relaño de Almería y el CEIP Lora Tamayo en Sevilla se han visto afectados por esta situación, dejando a algunos estudiantes sin atención. De acuerdo con los datos oficiales de 2021, en Andalucía hay un total de 109,358 alumnas matriculadas con necesidades específicas, lo que representa el 7.6% del alumnado total.
En el caso de Rocío, madre de un estudiante con necesidades específicas en el Colegio Público Prácticas de Sevilla, se enteró por casualidad de que el curso había comenzado sin el PTIS que su hijo requería, lo que plantea problemas logísticos para ella y su hijo.
Emi Reyes García, madre de Samuel, un niño de 4 años con necesidades específicas que asiste a un aula específica en el CEIP Lola Tamayo de Bellavista (Sevilla), también se ha visto afectada por la falta de PTIS, fundamental para el desarrollo educativo de estos niños.
Una docente del centro ha denunciado la falta de comunicación por parte de la Junta, ya que no estaban informados de que el PTIS no estaría presente. Ante la escasez de profesionales en el centro, otros compañeros, profesores y orientadores están brindando ayuda temporal.
La situación es tan grave que Emi ha decidido no llevar a su hijo a la escuela hasta que se resuelva, enfatizando que "no es justo que los niños estén en esta situación". Ella, junto con otras familias y el personal docente, ha enviado escritos a la Delegación de Educación y al Defensor del Pueblo Andaluz para buscar una solución rápida.
Un problema sistemático
Esta situación refleja un problema crónico en la educación especial en Andalucía, caracterizado por la falta de profesionales. Según Beatriz Raposo del Grupo de Atención a la Diversidad de USTEA, esta carencia se ha mantenido durante años y los pocos recursos provienen de fondos europeos insuficientes.
El inicio del curso en Andalucía destaca las deficiencias en las políticas educativas del gobierno de Juanma Moreno, a pesar de los anuncios de la Junta sobre la creación de plazas de PTIS para la educación pública en julio pasado. La falta de personal en educación especial se suma a la lista de problemas que enfrenta la educación pública en Andalucía, incluyendo la escasez de personal en todos los ámbitos. Según el sindicato USTEA, el curso escolar ha comenzado con la pérdida de más de 300 clases.
